Partly because of your love for yoghurt

sábado, 5 de febrero de 2011

Erizo *-*

(...) Pareció divertirle el pequeño erizo que se mostraba ajeno a la presencia del niño que lo seguía. Lo guió por praderas colmadas de flores y hasta cruzaron un pequeño riachuelo, pasando por un tronco caído. Los cabellos rizados del pequeño curioso, parecía todavía mas rubios bajo el sol cegador. Pisó tres o cuatro montones de hojas secas q crujieron en un delicioso sonido. Cuando el erizo se perdió bajo un manto de amapolas alzó la vista y contempló el paraje al que había llegado involuntariamente. Corrió a comer unas frambuesas que crecian en una mata cerca de un pequeño estanque colmado de carpas que brillaban haciendole entrecerrar los ojos. Sintió unas pisadas suaves y se volvió. Era una mujer joven vestida con unas telas de un blanco inmaculado a modo de túnica. En su largo y tupido pelo se enredaban hojas y flores. Sus ojos atentos eran d un azul intenso. Alargó las blancas manos y le mostró el erizo al niño. El sonrió acentuando sus hoyuelos y sus dientes blancos centellearon. Alzo una mano y tocó al animal. Rápidamente se aparto y comprobó como una gota de sangre manaba de su dedo índice. Frunció el ceño. La mujer sonrió y dejó delicadamente al bicho en el suelo. Cogío entre sus manos la pequeña mano del niño y cuando la soltó no había rastro de la minima incisión que la púa había provocado. El niño se sopredió y dio palmas. – Gracias- Gritó mientras se alejaba corriendo aplastando las flores con sus pies desnudos. 

Con que facilidad se pierden los niños